domingo, 18 de diciembre de 2011

En mi propias carnes.

       Os voy a contar una de mis experiencias personales, Osteocondrítis disecante ¿La conocéis? Pues eso fue lo que padecí yo cuando tenía 11 años, la osteocondrítis consiste es un trastorno común en la que se forman grietas en el cartílago articular y el hueso subcondral, y por tanto el cartílago empieza a necrosarse y no permite el riego de la sangre, como consecuencia de esto el hueso subcondral se pierde y el cartílago se separa de los huesos, fragmentándose y  causando daño. Hay dos soluciones, dependiendo del grado de avanzada que se encuentre dicho trastorno, se puede colocar una prótesis de rodilla si ya está muy avanzada o, una intervención quirúrgica que consiste en perforaciones al fémur, como fue mi caso. 
 
         Los síntomas son dolor de la rodilla, hinchazón de la misma, dificultad al andar, esto fue lo que hizo que yo misma me diera cuenta de que algo no iba bien. Las causas no se saben a ciencia cierta, pero mi doctor me dijo que son producidas por caídas o de nacimiento. La recuperación de la operación es lenta y dura pero con el paso del tiempo todo está en perfecto estado.

Fuente bibliográfica: http://es.wikipedia.org/wiki/Osteocondritis_disecante   

Fuente imagen google.


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